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España: El PSOE mantiene su feudo de Andalucía – ¿se ha detenido el ascenso de Podemos?

Christian Gebhardt

Estamos en un súper-año electoral en España. En mayo se celebran elecciones locales en todo el país y en los próximos meses se celebran elecciones para varios gobiernos regionales. Andalucía, cuyo Parlamento regional fue elegido el 22 de marzo, se encuentra al principio de esta larga serie de elecciones y batallas políticas en España. El súper-año de elecciones llegará a su fin en otoño con las elecciones generales para elegir el gobierno nacional. Las elecciones en Andalucía, la región más poblada de España, pueden verse como una muestra importante de la opinión pública en un país que ha sido muy afectado por la crisis de la UE.

En especial después de la victoria electoral de Syriza en Grecia, uno de los partidos en particular es el centro de atención para la izquierda europea: Podemos. El porcentaje de votos para este partido en las elecciones autonómicas en Andalucía era esperado con gran expectativa. En las encuestas de opinión nacionales más recientes, el partido resulta ser el más popular entre los electores con un 27 por ciento. Este resultado, históricamente alto para el aún recién nacido partido, no pudo, sin embargo, ser reproducido en Andalucía.

Las elecciones fueron ganadas, como era de esperar, por el Partido Socialista Obrero Español, PSOE, que se llevó a 47 de los 109 escaños con el 35,4 por ciento de los votos. Sin embargo, como partido de gobierno en Andalucía, mostró evidentes debilidades: éste fue su peor resultado en su feudo desde el final del franquismo. Sin embargo, el Partido Popular, el partido gobernante a nivel nacional, sufrió una derrota aún mayor en la que los electores lo castigaron por sus políticas de austeridad. El partido obtuvo sólo 33 escaños con el 26,8 por ciento de los votos, perdiendo cerca de un tercio de sus diputados.

Por el contrario, Podemos logró por primera vez en su corta historia entrar en uno de los parlamentos autonómicos de España, consiguiendo 15 escaños. Sin embargo, su porcentaje de voto, el 14,8 por ciento, contrasta severamente con las encuestas de opinión señaladas anteriormente. Aquí debe ser señalado que tuvieron que luchar duramente contra el partido populista de centro-derecha “Ciudadanos”. Este partido, que también se presentaba por primera vez en Andalucía, fue capaz de ganar nueve escaños con el 9,3 por ciento de los votos. Si se suman los resultados de Podemos y Ciudadanos da el 25 por ciento, casi la cifra de Podemos en las encuestas de opinión. Entonces ¿por qué fue Podemos incapaz de igualar los resultados de las encuestas de opinión en estas elecciones?

Ciudadanos es un partido populista fundado en Cataluña en oposición al movimiento de independencia que es ahora activo a nivel nacional. En los últimos meses ha experimentado un aumento de popularidad similar al de Podemos. Por un lado esto demuestra que el bien establecido sistema bipartidista en España se ha sobrevivido a sí mismo. Por otra parte, también muestra claramente que, con su enfoque populista de la política, Podemos puede verse fácilmente bajo la presión de la derecha.

Hemos presentado nuestra caracterización de Podemos como un partido populista en otros artículos, aquí sólo señalaremos que su liderazgo, alrededor de Pablo Iglesias, se ha orientado fuertemente hacia la tradición de Chávez y su populismo. En lugar de una organización centralista democrática con una clara orientación a la clase obrera, Podemos fue construido con foco sobre la personalidad de su líder y su legitimación a través de la masa electoral. Como puede ahora verse claramente, éste es un concepto que fácilmente puede ser asumido por otro partido. Esto ha llevado al final a una fuerte competencia contra la cual Podemos no puede mostrar una política clara independiente de clase. Toda su orientación estratégica se revela ahora como un disparo en su propio pie.

Las fuerzas anticapitalistas y trotskistas, tanto dentro como fuera de Podemos, deben reconocer la necesidad de retomar la lucha contra la dirigencia de Podemos. “Izquierda Anticapitalista” (sección española de la Cuarta Internacional) ha desempeñado un papel particularmente indigno a este respecto. Se disolvió sin ninguna lucha abierta contra el liderazgo de Iglesias y su orientación estratégica y táctica de Podemos.

En el contexto de un súper-año electoral, esto puede considerarse claramente como un gran error. Los resultados de las elecciones en Andalucía podrían haberse utilizado por una plataforma revolucionaria dentro Podemos para explicar a los militantes de base las debilidades del populismo de Iglesias y su programa. Esto habría proporcionado una base para explicar la necesidad de un programa de acción revolucionaria y ganar miembros para la política revolucionaria anticapitalista.

Una oposición revolucionaria en Podemos, sin embargo, no sólo tendría la experiencia del súper-año electoral en España para tratar de llevar adelante la construcción del partido obrero revolucionario. El éxito electoral de Syriza y su rápida capitulación en la lucha contra los dictados de la Unión Europea también sería una importante evidencia internacional para convencer a la clase trabajadora española de que la lucha contra la crisis necesita la construcción del partido obrero revolucionario a nivel internacional. El populismo neo-reformista de un liderazgo como el de Iglesias o Tsipras no ofrece ninguna solución.

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