Search
Close this search box.

El Presidente venezolano Hugo Chávez hace un llamamiento por una Quinta Internacional

En una reunion de masas en Caracas, el Presidente Presidente Hugo Chávez ha llamado por una Quinta Internacional. Esta es una declaración del Secretariado Internacional de la Liga Por la Quinta Internacional con respecto a este nuevo hecho.

El Presidente venezolano Hugo Chávez ha anunciado que intenta dar pasos hacia la construcción de una Quinta Internacional. Su propuesta fue recibida con una ovación por delegados de 39 países que asistían a una “Reunión Internacional de Partidos de Izquierda” en Caracas, el Noviembre 20. También firmaron una declaración, El Compromiso de Caracas.

La Liga por la Quinta Internacional ha sostenido durante muchos años que los ataques a las conquistas sociales y economicas de los trabajadores, llevados a cabo por la clase capitalista bajo la bandera de la Globalización, el Neoliberalismo y la Guerra Contra el Terrorismo, urgentemente requerían de una resistencia internacional coordinada. En muchos foros internacionales de los movimientos anticapitalista y antiguerra que han sido convocados a través de los últimos diez años, hemos propuesto que se tomen pasos concretos para fundir un Nuevo partido de la revolucion socialista, una Quinta Internacional.

Muchos de los grupos que se consideran seguidores León Trotsky y V.I. Lenin respondieron diciendo que el llamado a una nueva internacional era utópica. Decían que era “demasiado pronto”, o “demasiado avanzado” porque no había fuerzas dispuestas a considerar semejante paso. Quizá la iniciativa de Chávez hará despertar a algunas personas – aunque la crisis de 2008-09 no lo haya hecho. De hecho, es realmente escandaloso para organizaciones que se dicen anticapitalista, sean de origen “trotskista”, “maoísta” o “comunista”, que haya tenido que ser Chávez quien ha hecho este llamado. Demuestra hasta que punto la “izquierda revolucionaria” se ha negado a responder a las necesidades actuales con coherencia y coraje.

Los revolucionarios sin embargo no pueden dejar que la iniciativa de fundar una nueva internacional obrera sea del jefe de un estado burgués, es decir, un estado que defiende la propiedad captialista de los medios de producción e impone esto a través de un ejercito y una fuerza policial en contra de los trabajadores y los pobres de Venezuela. Por supuesto, Chávez ha chocado varias veces contra el imperialismo estadounidense y, bajo presión de masas, ha llevado a cabo reformas importantes para las clases populares con respecto al sistema de salud y la educación. Pero, como él mismo admitió en el mismo discurso en que por una Quinta Internacional, Venezuela sigue siendo un país capitalista y la maquinaria del estado sigue siendo burguesa. Esta es una cuestión vital, más allá de cuantas veces Chávez haya chocado con los Estados Unidos, su agente Colombiano Álvaro Uribe, y la elite comercial y terrateniente dentro de Venezuela.

Una Internacional atada a semejante estado no sería una Internacional obrera comprometida con la revolución socialista, sino una controlada por nacionalistas burgueses vestidos de socialistas. Si fuera fundada bajo el liderazgo de Chávez y su régimen burgués, nunca sería capaz de recorrer un camino de independencia de clase. Se convertiría en un glorificado mecanismo de apoyo a Chavez, Castro y sus demás aliados. De hecho, podría llegar a integrar a tales enemigos abiertos de la clase obrera y abiertamente proimperialsitas como el PRI mexicano o los Peronistas de Argentina (quienes también figuraron en la “conferencia internacional de paridos de izquierda”). No se debería olvidar que Chávez recientemente apoyo a, y se solidarizo con, la represión brutal de Mahmoud Ahmadinejad en contra de los trabajadores, las mujeres y la juventud de Iran quienes luchaban por derechos democráticos, y con los intentos de Robert Mugabe en Zimbabwe de hacer lo mismo en aquel país.

En el siglo 21, en una era de crisis de capitalismo severa e incluso histórica, alianzas estratégicas con burguesías “progresivas” o “antiimperialistas” o “nacionales”, ni hablar de una Internacional común de trabajadores con tales nacionalistas burgueses, ataría a la clase obrera por las manos y los pies a un sector del capital. Seria un obstáculo a la revolución socialista y un programa de poder de la clase obrera. Repetiría los errores y los crímenes de la Internacional Comunista bajo Stalin. Atar a la Internacional a la política exterior de cualquier estado, hasta un estado obrero, nunca podrá ser una base sana para una internacional.

Sin embargo, a pesar del carácter burgués del proyecto de Chávez el Presidente venezolano ha expresado una necesidad real. Una necesidad sentida por millones de trabajadores, campesinos y pobres luchando contra la explotación capitalista y el dominio imperialista. Para que se repelen las ofensivas patronales, para prevenir que los gobiernos hagan que los trabajadores paguen por la crisis y para salvaguardar contra reaccionarias “soluciones” nacionalistas, la clase obrera necesita una nueva Internacional luchadora y revolucionaria. Es imprescindible responder de manera positiva a esta necesidad.

Por lo tanto, simplemente responder al llamado de Chávez con criticas, aunque sean principistas, sería ignorar el tema fundamental. La clase obrera y las masas del mundo si necesitan una nueva internacional y la necesitan ahora. La necesitan de derrotar los intentos de hacerles pagar por la crisis, para acabar con la serie de guerras de conquista y de ocupación, y para liberar a las nacionalidades oprimidas como los palestinos y los tamiles de Sri Lanka.

La clase obrera y los trabajadores oprimidos de todo el mundo se encuentran amenazados por un periodo de profundización del caos del sistema capitalista. Se encuentran ante una destrucción ambiental masiva y nuevos conflictos entre los grandes poderes mientras intentan de dividir a los recursos naturales y el trabajo explotable del mundo, conflictos que solo pueden terminar en una nueva guerra mundial Necesitan un partido de revolución socialista, independiente de cualquier estado y sus jefes.

Por lo tanto es elemental que todos que nos consideremos anticapitalistas, como el NPA en Francia, y todos que nos consideramos socialistas revolucionarios y comunistas, leninistas y trotskistas, combinemos fuerzas para llamar a una conferencia de nuestras organizaciones. Semejante conferencia deberá discutir un programa de acción para coordinar nuestras luchas defensivas, transformándolas en un ataque revolucionario al imperialismo y el capitalismo. Y deberá discutir las formas organizativas necesarias para luchar por semejante programa.

La Liga por la Quinta Internacional, que, si nos permiten, participaremos en el encuentro de Chavez de 2010, llama a que todos que apoyan la lucha por una nueva Internacional basada en la independencia de clase del proletariado y un nuevo programa revolucionario (sea cual fuere el numero o nombre que le den a esta actualmente) que se unen a nosotros en 2010 a tomar pasos hacia esto.

Content

You should also read
Share this Article
Facebook
Twitter
WhatsApp
Print
Reddit
Telegram
Share this Article
Facebook
Twitter
WhatsApp
Print
Reddit
Telegram