Bolivia: Fundación de un nuevo Partido de los Trabajadores


Bolivia: Fundación de un nuevo Partido de los Trabajadores
Christian Gebhardt Vie, 30/08/2013 - 18:53
La idea de un partido de los trabajadores independiente ha existido durante mucho tiempo en el seno del movimiento de la clase obrera boliviana, pero finalmente tomó forma con la fundación del Partido de los Trabajadores en un congreso en Huanuni, la “capital del estaño" de Bolivia, los días 7 y 8 de marzo de este año.
¿Por qué una gran parte de la clase obrera ha roto con el gobierno de Evo Morales y ha girado hacia la construcción de un partido a la izquierda del Movimiento al Socialismo (MAS)?
Los conflictos con el Gobierno de Morales
Después de su toma de posesión como presidente en 2006, Evo Morales se presentó como "antiimperialista " y "multiétnico". Se benefició de su influencia sobre la clase obrera, que fue adquirida a través de la participación y el apoyo del MAS a la huelga general indefinida de 2003, organizada como respuesta a la muerte de siete manifestantes en el curso de la lucha por el gas natural boliviano. De 2003 a 2005, el MAS, dirigido por Morales, encabezó un movimiento de masas contra el neoliberalismo, el saqueo imperialista del país y en favor de los derechos de los pueblos indígenas. El movimiento organizó manifestaciones y bloqueos masivos para obligar al gobierno de Mesa a renunciar y convocar nuevas elecciones. En las mismas el MAS obtuvo la mayoría absoluta de los votos.
Desde el inicio del mandato de Morales, las contradicciones internas de este movimiento populista y la política del presidente, cuyo "socialismo" sólo se ha significado tratando de encontrar un equilibrio entre los intereses de los patrones, trabajadores y campesinos, se hicieron evidentes. Por ejemplo, en abril de 2006, una huelga en Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) fue reventada por la policía y el ejército - pero este hecho no socavó de manera inmediata la popularidad de Morales entre las masas.
En 2010, hubo más huelgas obreras contra el gobierno de Morales y esto dio lugar a una propuesta de "reforma " que tenía por objeto limitar el derecho de huelga. En respuesta hubo una importante resistencia organizada contra los crecientes ataques sobre la clase trabajadora. En diciembre de 2011, un aumento en el precio de los combustibles líquidos, el "Gasolinazo”, encendió más luchas continuadas, sobre todo en La Paz y en El Alto, lo que obligó al gobierno a retirar la subida de precios.
En septiembre de 2011, hubo otro gran movimiento por todo el país, esta vez en contra de la construcción de una autopista. Una marcha de protesta de la población indígena afectada fue brutalmente atacada por el gobierno. En reacción a esta represión hubo acciones de solidaridad por todo el país, organizados por los trabajadores y la juventud.
Echar la bola a rodar…
En su conferencia de septiembre de 2011, y a la luz de los recientes enfrentamientos con el gobierno, el sindicato de los mineros bolivianos (FSTMB) aprobó una resolución en la que planteaba la cuestión de un partido independiente de los trabajadores. Esta resolución también fue adoptada por la conferencia de la COB (la principal confederación sindical) en enero de 2012, y esto provocó la discusión acerca de un partido obrero independiente en los movimientos obreros y sindicales bolivianos.
Aunque esto no era del todo nuevo en las relaciones entre los sindicatos y Morales y su gobierno. Ya en 2005, incluso antes de que Morales llegara al poder, al tiempo que una crisis revolucionaria se desarrollaba en Bolivia, la dirección de la COB había hablado de la creación de un "instrumento político". Por un lado , se trataba de tener en cuenta la convocatoria por un partido obrero independiente y una alternativa de izquierda al MAS , pero , por el otro, estaban decididos a mantener una posición lo más vaga posible. Nada se desarrolló a partir de esta iniciativa y, en los años posteriores a 2005, las direcciones de la COB y la FSTMB se subordinaron políticamente al MAS y el gobierno de Morales.
Las continuas luchas desde 2005, sin embargo, incrementaron la presión de las bases sobre la burocracia, que por lo tanto tuvo que resucitar el plan para la construcción de un partido obrero. Al mismo tiempo, los dirigentes sindicales vieron la campaña como un medio para aumentar la presión sobre Morales para obligarlo a hacerles más concesiones.
Bajo esta presión de las bases, la burocracia sindical tuvo que organizar el congreso fundacional el 7 y 8 de marzo en Huanuni. Esto tiene que ser visto no sólo como un gran éxito para la clase obrera boliviana, sino también como un primer paso en la ruptura de un gran sector de los trabajadores organizados con el MAS y el gobierno de Morales.
...Y alcanzar su objetivo.
Unos 1.300 delegados de 100 organizaciones asistieron al primer congreso. Además de los diferentes sindicatos de la COB y parte de la izquierda radical, también hubo delegaciones de las organizaciones rurales y los movimientos indígenas. Sin embargo, la formación del partido bajo el liderazgo de la burocracia sindical trajo consigo, inevitablemente, el riesgo de que este proceso pudiera detenerse a medio camino y terminar en un partido reformista o incluso en nada en absoluto.
Este peligro ya se pudo ver en el primer congreso en el que se debatieron las cuestiones de independencia de clase y democracia interna. La burocracia se mostró a favor de un partido plural con el PT de Brasil como modelo. Esto habría significado la construcción de un partido obrero abiertamente reformista, que daría a la clase obrera una voz en el sistema político pero, en última instancia, actuaría en el marco de las relaciones burguesas. Sobre la cuestión de la democracia interna, argumentaron en contra del derecho a formar tendencias y facciones para asegurar el poder del aparato burocrático dentro del PT. Afortunadamente, las fuerzas progresistas fueron capaces de repeler estos primeros ataques, al menos en parte. El congreso se pronunció a favor de la independencia de clase y en contra de tomar el PT de Brasil como modelo. También se aprobó el derecho de constituir tendencias, aunque el Congreso no aprobó el derecho de formar una facción o corriente política.
En definitiva, la cuestión de la dirección en la que el PT boliviano se desarrollará se mantuvo, y se mantiene aún, abierta; ¿va a degenerar en un partido reformista bajo la presión del aparato burocrático o serán capaces las bases de transformarlo en un partido de la lucha de clases o incluso en un partido revolucionario?
Pilares programáticos
Además de todas las cuestiones de organización, también se plantea la cuestión de cuál es el programa que el partido debe ofrecer a la clase obrera boliviana. El programa adoptado en Huanuni contiene puntos y demandas que abordan importantes necesidades actuales y trata de resolverlas en el interés de la clase obrera. Esto es particularmente cierto en las demandas de "nacionalización de la banca sin indemnización”, "nacionalización de la industria de la minería y los recursos naturales”, así como "expropiación de las grandes propiedades de tierra “. Estas exigencias radicales están vinculadas a la demanda de " control obrero colectivo " y por lo tanto plantean la cuestión del poder. Dicha cuestión es contestada por la demanda de que la clase obrera no sólo debe tomar el control del gobierno, sino también del poder del Estado en sus propias manos.
Perspectivas para el PT
Que un nuevo partido no debe juzgarse únicamente a la luz de sus proclamas se ha demostrado a través de los acontecimientos ocurridos desde el primer congreso. A pesar de que fue un gran éxito con sus 1.300 delegados, al segundo congreso, celebrado en Oruro los días 28 y 29 de junio, asistieron solo 300 delegados. El liderazgo provisional fue justamente criticado por su mala preparación del Congreso y, en particular, por su falta de intervención en las luchas en curso para elevar el perfil político del PT y ganar más apoyo. Los 15 días de lucha de mayo, organizado por la COB, habrían sido un buen punto de partida para una intervención del nuevo partido, pero la oportunidad se desaprovechó. Esto demuestra que el "liderazgo provisional”, básicamente la burocracia sindical, quiere establecer el PT como un brazo parlamentario de la COB que pueda darle más peso en su relación con el gobierno. Los burócratas están claramente no interesados en la construcción del PT como un partido militante de lucha que intervenga en luchas de clase con su propio programa, independiente del liderazgo de la COB.
¿Cómo proceder?
Nada de esto cambia el hecho de que la fundación del PT es un importante paso adelante para la clase obrera. Sin embargo, sí demuestra que el partido sólo puede convertirse en un instrumento para los oprimidos si se libra una lucha política contra la burocracia sindical. Al mismo tiempo, las críticas del Segundo Congreso y la gran oposición en contra de los intentos de la burocracia para llevar el partido a la derecha, muestran que existen fuerzas progresistas dentro del partido.
La lucha contra la burocracia es, por tanto, una de las principales cuestiones para los revolucionarios dentro del PT. Tienen que luchar contra toda involución del partido hacia la derecha y preparar a las fuerzas progresistas ante la traición de la burocracia y para romper con ella. Además, los revolucionarios tienen que argumentar a favor de las más altas formas de la democracia obrera: la libertad absoluta de propaganda, el derecho a reuniones por separado de todos los grupos sociales oprimidos (mujeres, jóvenes, pueblos indígenas y minorías nacionales), y el pleno derecho a formar tendencias o facciones.
Sin embargo, para asegurarse de que la construcción del partido no se detenga a mitad de camino, para aprovechar la fundación del PT para la creación de un partido obrero revolucionario, es necesario elaborar un programa de acción revolucionaria que pueda reunir a todas las fuerzas de la lucha de clases e intervenir en la vida política del país.
Este artículo ha sido traducido desde la versión en inglés del artículo original en alemán aparecido en Neue Internationale 182, la revista del Gruppe Arbeitermacht, la sección alemana de la Liga por la Quinta Internacional.