Christian Gebhardt
En las elecciones del 27 de octubre, el Frente de Izquierda y de los
Trabajadores (FIT) fue de nuevo capaz de mejorar sus resultados previos.
Obtuvo alrededor de 1,150,000 votos (5.12 % *), trescientos mil votos
más que en las elecciones primarias, suficientes para asegurar tres
legisladores en el Congreso con Néstor Pitrola (PO) por la Provincia de
Buenos Aires, Pablo López (PO) por Salta y Nicolás del Caño (PTS) por
Mendoza. Esta es la primera vez que el FIT entra en el Congreso
nacional. Además, el FIT ha impugnado el resultado en Córdoba, donde
sospechan la existencia de fraude y están exigiendo un recuento de los
votos.
Comprensiblemente, el FIT está celebrando su victoria como un triunfo
histórico, aun así, en medio de la euforia, no se debería olvidar que
esta no es la primera vez en la historia del movimiento Trotskista
Argentino que un bloque electoral obtiene un importante apoyo y consigue victorias en elecciones**.
Tendremos que esperar y ver como el FIT utiliza sus diputados para
promover políticas revolucionarias a nivel nacional y como se puede
beneficiar de la crisis actual del Peronismo/Kirchnerismo que se
manifestó durante estas elecciones.
De todas formas, la cuestión más importante, aparte del espectáculo
electoral, es si el FIT es capaz de contribuir a la fundación de un
partido revolucionario de los trabajadores en Argentina. Tomada en
conjunto con las circunstancias objetivas del país, de América Latina y
del mundo, ésta es la medida por la que los grupos que participan en el
FIT deberán ser juzgados y no por el número de escaños que tengan en el parlamento.
* http://argentinienportal.com.ar/content/wahl-2013-das-ergebnis
** http://www.fifthinternational.org/content/mas-izquierda-unida-and-argent…